NUBE DE TRISTURA
(Silva)
Mira, ¡oh triste nube!
Tú que tantas gotas has derramado
humedeciendo el prado,
por cuanto la aflicción en ti se sube.
Ven, dime si tus gotas son tristura,
que si de frescas caen
sobre la verde hierba sonorosas,
al río que murmura
das tus cantos al viento, nemorosas,
y las flores se mecen con presura
danzando tan airosas.
Ven, dime si tus lágrimas celestes
contino el aire rompen
cual querellas agrestes,
bañando con tus llantos la ribera
y allende el viejo huerto
se humecta el pastizal en primavera,
tanto de tal manera,
que en lágrimas del cielo se ha cubierto.
Ven, mira y dime, ¡oh nube!
¿Tus lloros son fontanas de pureza
que tañen cual cascadas
melódicas sonatas de terneza
que son canciones de hadas
bellas y lisonjeras
que entonas bajo frígidas laderas?
¡Oh nube de tristura!
De lágrimas cadentes, siempre pura,
esas que tú derramas,
mojas como el rocío, hierbas, ramas
y las hojas que vuelan con la brisa
que solitarias yerran
mientras el sol espera tu sonrisa.