Una garza parte en dos
la brevedad del paisaje
y se pierde en el encaje
de sus alas nuestro adiós.
En un sitio de la voz
se está quemando el pasado.
Un silbo desesperado
deja la brisa al pasar.
Es noviembre y tengo el mar
sobre el pecho desbordado.
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Me pareció precioso!
Magnífico y bello este arranque…
Saludos, Agustín!
Que bello y poético, muy hermosas imágenes, poeta!!!
Muy amable, agradecido.
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Muchas gracias, saludos.