La vida siempre nos encontrará amando
en algún lugar y espacio
de nuestras vidas.
Somos aquellos que detuvimos la mirada
a las puertas de un celaje azul,
en donde el alma en fina filigrana de una vaga fantasía,
florece en el viento, confiando en urdir los sueños
como un deleite maravilloso de lo insólito.
Somos moradores de un tiempo llamado nosotros.
El tiempo en nosotros y nosotros en el tiempo.
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Maravilloso —Tu título me hizo recordar a Amanda Gorman;
《[…]No me llames yo,
mi nombre es nosotros.
Nuestro nombre es lo que somos,
nuestra carga es nuestro nombre.》
Aplausos.
Un poema que abraza la eternidad del amor.
Letras donde el tiempo no es frontera, sino refugio compartido.