Se acurruca la noche entre nubes de algodón, mientras un murmullo de estrellas revela indiscreciones de algún rincón del cosmos. Un viento cálido, tararea canciones de cuna que van colándose entre ramas de árboles insomnes que hospedan bandadas de pájaros, grandes y chicos, dormitando en medio de este concierto de sonidos nocturnos. Croan unas ranas en alguna lejana laguna, y el cri cri de unos grillos titila al ritmo de una red de luciérnagas que alumbran lo profundo del bosque.
Duerme la noche.
Un concierto estival
acuna al bosque.
Me gusta tu comentario, cuando escribo este tipo de poema en particular, por alguna razón que no entiendo del todo, siento que surge un poco la magia en la expresión.
Te agradezco por notarlo.