Tus poemas dejan rastro, siempre queda algo en la garganta que no sé explicar… Quizá esa metáfora del edificio abandonado o la caída.
Hermoso siempre lo que escribes, transmites muy bien las emociones, mi Tali.
Un beso grande! Y no se ha ido…
No, no se ha ido, María mía… y sí, ese rastro yo tampoco lo sé explicar… quiero creer que es algo que está en mí, en ti, en todas y todos, y a veces aparece al leernos… Gracias de corazón a corazón, mi poeta!