“Tengo miedo del sueño como se tiene miedo de un gran agujero,
todo lleno de vago horror, que conduce no se sabe dónde;
yo solo veo el infinito por todas las ventanas”
Baudelaire
Ritmo de rayas en pantallas,
números que juegan con tu vida.
Se extiende el mar con olas
que alimentan tu corazón
enlentecido. Sientes el viento,
moviendo sin descanso
los pulmones.
Un pitido infinito
como un pájaro asustado;
un pitido que cautiva,
que te llama, que horroriza,
y llena tu presidio de sonido.
Ruido de pasos en la orilla,
un Jardín de las Delicias
sin salida. Carnaval en la caverna,
máscaras con muecas y sonrisas
anuncian que en algún lugar
es primavera, hay sol y hay un mañana
con sabor a mandarinas.
Sueñas una mano que da calor
a las tuyas y una voz cantando
una canción de cuna.
Caleidoscopio de segundos infinitos,
fotos que repasan tu camino.
¡Qué absurdo viento
el que aquí te trajo!
Como un triste gorrión fuera
de su árbol conocido.
Lejos los ojos que brillaron
en tu vida.
Se abren las ventanas y no sabes
a dónde se dirige el infinito.
Sobre un poema ya publicado en el antiguo Poémame. Con modificaciones. Intento reflejar la situación de una persona ingresada en un Hospital, en una Unidad de Cuidados Intensivos.
Que versos más conmovedores, magnífica introducción, has plasmado con inmensa delicadeza ese dolor, esa sensación de estar entre dos mundos, muy profundo y desgarrador, poeta!!! Abrazos poéticos!!!