No se emblanquece la noche,
no con sus ojos tapados,
de ir y venir dando tumbos,
de hacer el amor en los mantos;
mantos de soledad y costumbres,
sombras de libertad y remedio.
Noche que enfría la espera,
esperas de asombro y descuido.
No se empobrece y desquita,
la fuga de un alma estoica y limpia;
causas halladas en la frialdad
de la vida; la vida que es viuda,
de amor, y de ganas por tanto.
No se desquita con fuego
y con tinta, no se desquita
con tinta y con fuego.
Las brasas de la mesilla se agrandan,
las fugas de su desdicha le emblanquecen.
Cálida sombra en el patio,
cae la burla tiesa
por la barbilla del ser agrio.
Causas ralladas en el vidrio de sus ojos;
No se emblanquece la noche,
no con sus ojos tapados.
Qué bello tu poema; con una melancolía sutil que envuelve. Un gusto leerte, poeta.
“Noche que enfría la espera,
esperas de asombro y descuido.
No se empobrece y desquita,
la fuga de un alma estoica y limpia;
causas halladas en la frialdad
de la vida; la vida que es viuda,
de amor, y de ganas por tanto.”
Ojos tapados que nos privan de la realidad.
Hay quienes teniéndolos abiertos, permanecen con su visión obstruída.
Bello poema, Deisak!
Saludos cordiales
Un poema muy hermoso con la melancolía o quizá la decepción…chorreando por sus versos…
Me alegra leerte de nuevo, amigo! Espero que sigas por aquí.
Abrazos, Deisak!!
Noche que enfría la espera,
esperas de asombro y descuido.
No se empobrece y desquita,
la fuga de un alma estoica y limpia;
causas halladas en la frialdad
de la vida; la vida que es viuda,
de amor, y de ganas por tanto.
Gracias Horten, feliz de estar de regreso. Gracias por tus palabras. Un beso sincero y amigo hasta tu lugar de poesía. Estoy de vuelta, con ustedes mis grandes y buenos amigos.
Yo también feliz de estar con ustedes nuevamente. Gracias por tus palabras tan lindas, amigas, y sinceras, por tu tiempo y lectura. Un beso genuino y amigo, para ti Mari.