No repetiré más el olvidado
nombre del viejo sueño que se ha muerto
en paisajes remotos, en un cierto
domicilio indeciso y no fechado.
Ya mi canto se oxida, aletargado
en un recodo, lánguido, desierto
y sin memoria, triste desconcierto
de un tenaz desengaño enajenado.
Todos los sueños yacen en la niebla,
y nos piden morir en la tiniebla
de otras distancias, de otras latitudes.
Me he quedado vacío y sin sorpresa,
doliente en la amargura que profesa
un hombre devastado y sin virtudes.
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Tintes de melancolía por los sueños perdidos y la resignación ante la desilusión.
Un poema que verso a verso va evocando una sensación de desolación con honestidad y profundidad emocional.
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La desolación por la pérdida y la oscuridad de la resignación. Un duro ejercicio poético. Muchas gracias por tu exacta apreciación del poema. Un saludo.
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Muy autoreflexivo, muy doloroso, como un reconocimiento ante la innegable realidad, poeta!!!
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Muchas gracias. A estas alturas de la vida, ya no vale esconderse. Un saludo.
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Muchas gracias. Me auscultó varias veces cada día para seguir sintiéndome vivo, aún reconociendo mis muchos errores. Un saludo.
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