Siempre es el cuerpo el que paga los golpes físicos o emocionales. Creo que reconozco esa sensación de los ojos descontrolados.
Cuanta franqueza en tus versos, Marta. Comienzo el día emocionado.
Y está bien, María mía, claro que sí… la foto es de mi abuelo cogiéndome en brazos, en un tiempo cuando no había que pedir abrazos ni ayuda para salir en una foto… lo que he escrito es a la pérdida de ese ser humano que olvida que en la edad adulta también hace falta esa atención… un poco egoísta por mi parte, en verdad, pero ese día salió así… Gracias por estar siempre conmigo, María, tu compañía y tus palabras significan mucho para mí.