No eres lila ni eres rosa;
Me he encogido para que me aceptes;
me he desarrollado bajo el auspicio del varón de Aquiles (valiente y fuerte); me he callado por temor a ser vituperada, mi sexo se volvió destino y mi vida, controlada.
Me he escondido para que no me humilles, tu falta de modestia hace mi transcurso abyecto.
Y ahora, que consideras mi movimiento subversivo y no pienso abandonar el trayecto,
yo te pido, que me escuches,
no te pido me concedas preeminencia,
solo que me respetes y salvaguardes mi existencia.