No correr: peligro de muerte

Una vez, haciendo el amor —¡Ay, no me gusta esa frase!.. suena como a una receta: haciendo el arroz o algo así— la otra persona me dice:

—No me des tan duro… tan rápido… que me corro.
—¡¡¿Y es que no te quires correr?!!
—No, no es eso. Es que yo soy monoorgásmica y además, tetánica: el único orgasmo es tan delicioso y tan fuerte que duele… incluso, me desvanezco, me desmayo. Si me corro ahora… te voy a pedir que te detengas y tú eres lento, de escupo retardado. Me vas a dar muchos pelvazos antes de acabar. Y me vas a dejar la rosa herida, de tanto friccio por la prolongación del julepe. ¡Hazlo como si me hilvanaras allí adentro, el desayuno de un domingo!

Chane García.
@ ChaneGarcia.

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