No busques la rosa

No busques la rosa
lejana y que tiembla
pues tú la dibujas
y luego la sueñas.

Observa, si acaso,
la flor que está cerca,
que vive a tu lado
y no está en maceta.

Es rosa sencilla,
callada y discreta,
con pétalos dulces
y suave melena.

En ella se juntan
las risas y penas,
que tú le dedicas
sin darte ni cuenta.

Observa esta rosa
y luego la besas,
es rosa con alma
que vive y que tiembla.

Te llama, en silencio,
te mira y se alejan,
sus lindos ojitos
que ansiosos esperan.

Y tú buen amigo
no busques quimeras,
teniendo una rosa
que te ama y tan bella.

Rafael Sánchez Ortega ©
30/11/24

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