Esta mañana me encontraba sobre una alfombra de niebla la cual pisaba mis ojos mientras mi mirada se posaba sobre el haz de luz de los faroles de los carros en la calle.
Al ir de vuelta a casa después de ocho horas, trabajando y escuchando los ecos de los que de día caminan.
Los alcancé a ver también.
Estaban allí como siempre, a la misma hora.
Inundados de neblina y rutina.
Unos más maduros que otros.
Los que se preparan para ser adultos normales.
Y los que ya por el paso del tiempo quieren volver a ser niños.
Una oda al consumismo, y de alguna manera a aquello que Kiyosaki llama “la carrera de la rata”
Un poema que da para mucha reflexión !
Aplaudo !
PD. Y ahora, con las modernas corrientes minimalistas y frugales como estilo de vida, se promueve más bien el “consumismo-par-de-zapatos”, “con-su-mismo-vestido”, etc.
Que buen final de ese poema, hace un rato le decía a @ludico1964 que podemos vivir sin TV, sin microondas, sin muebles pomposos, pero no podemos vivir sin servicio básicos, sin libertad, sin hogar, sin seguridad, sin amor.
Así mismo @varimar
Muchos vivimos con mucho menos durante años y aunque no es malo poseer “cosas” hay que intentar no perder el rumbo de lo que realmente somos: Seres orgánicos, emocionales, pensantes, espirituales y por ende necesitamos más de esto.
Es muy cierto, además, de eso yo sé mucho, hasta el punto de dejar muchas cosas materiales incluida cuenta bancaria y huir de dónde no era feliz, porque los bienes materiales no te garantizan la felicidad si no vienen acompañados de otras cosas espirituales, te reitero mí agradecimiento por el tema. Saludos