La garganta se ha convertido
en un hueco vacío y áspero;
la austeridad propia de las palabras
en tiempos de abstinencia toma forma de conciencia
del vacío.
Los silbidos han atravesado todas las melodías
que ahora yacen sin sentido
las manos se han helado,
la boca yace derrotada en un gesto artificial.
La supervivencia pasa por el derrame emocional
que vibra hacia adentro.
Ahí, abrazo el mínimo momento en el que me siento viva
y, cuando el alma está más fría,
me revuelco en el fango de las promesas
como quien pretende jugar con las mentiras.
Quizás es cierto, que tu voz jamás pronunció ese verbo,
pero siempre creí más la voz escrita
y la mirada oculta tras el cristal.
Ni siquiera es tristeza;
es una herida abierta que nunca aprenderá a cicatrizar.
Y al final, una es capaz de amar la llaga
para recordar un sueño deliciosamente irreal.
“Ni siquiera es tristeza” en realidad es un mapa de las regiones tristes del espíritu. tu espíritu de poeta , como cosa irreal sabe que hay delicia en la fantasía y por eso nos gusta soñar. —las estrella más hermosas generan aplausos en destellos y flores para tu poesía.
—Aplausos.
Versos que se escriben de dentro hacia afuera y se leen de fuera para adentro.
El que escribe se vacía y el lector se llena de pura poesía.
Me ha súper encantado, Ze .
La herida que remite al objeto de nuestro anhelo duele de una forma diferente, placentera, porque su carne abierta nos recuerda que hemos sido leales al compromiso con el corazón. Maravilloso, Ze. Te superas.