"Me he quedado tan pobre que no tengo siquiera donde caerme viva."
( Ángela Figuera)
Ni sabes cómo pasó…
Te has quedado sin nada.
Allí sola sentada en la orilla del viento
deshojando tu tiempo en las horas vacías.
Se escaparon las rosas del jarrón de los días.
No te queda
más cielo que llevarte a los ojos.
No te quedan
más soles que calienten mañanas.
Ni por dentro
te inunda una lluvia de versos.
No te quedan
suspiros que arrojar a la mar.
Ni un pedazo de sombra. Ni un pedazo de beso.
Ni siquiera el olvido, ni maltrechos recuerdos.
Vas rompiendo la tarde, descreída de todo.
Es de un gris y amarillo el color de la nada.
Es profundo e hiriente el dolor de la nada.
(Afilado cuchillo)
Ni silencios te quedan…
No te queda siquiera el dolor de tus huesos.
Ni un retazo de risa que desnude tu alma,
pero no,
tampoco te quedan huecos
en el alma.
Y ahí sentada sigues, despojada de todo,
descreída de todo en el borde del viento.
Ni palabras te quedan…
Ni siquiera silencios…
Ni siquiera unos versos…
(Inspirado en el poema “Pobre” de Ángela Figuera Aymerich. Poeta representante de la poesía desarraigada de la Primera Generación de Postguerra española, a la que dedico este poema. )
Se respira la desolación en cada uno de los versos… versos que dejan una sensación de pérdida indescriptible. Un poema enorme, María. Besitos fuertes, amiga!
Basado en ese poema de Ángela Figuera, una poeta que admiro mucho y que vivió en una época muy dura de nuestra historia del siglo XX.
Muchas gracias, querido amigo! Abrazo!
Cuando una existencia queda desprovista de todo…hasta de su propia identidad, a causa de la implosión psicológica que produce, aún, el estertor de la guerra…
Excelente poesía que retrata el más profundo de los dolores…el que no se llora!
Abrazo, María!!
Son versos que nos dejan al borde del viento, sin ninguna palabra, descrestante silencio que se roba el alma. Maravilloso poema amiga. Besitos y abrazos.