Yo recuerdo un tiempo tan infinito,
con esa eterna y pura navidad
que nos da tener una corta edad.
Su presencia vive en mí y no me quito.
Era nuevo el cielo, azul y bonito
No tenía penas ni soledad
todo sabía a jugosa verdad
Ya no lo veo, es ese mi delito.
Y Se me perdió la brillante estrella
que iluminaba el camino y mi día
se perdió la vida dulce, la bella.
Y se perdió mi luz y mi valía.
Ahora tengo otra nueva centella
que mis días luce y mi vida guía.
.
.
.
.
Soneto clásico - 14 versos de 11 sílabas cada uno, con rima ABBA ABBA CDC DCD