Ya no sé cómo vivir.
Tal vez sembrarme en la tierra
para esperar la lluvia
y desear que mis sueños florezcan
bebiendo rayos de sol.
Tal vez ir a buscar una antorcha
en lo alto de la montaña
para quemar mi casa
con todos mis sueños adentro.
Seguramente dormiré bajo la Luna
esta noche tibia, y soñaré
que mis manos se las lleva el río,
mis pies vuelan sobre las nubes,
mis ojos navegan en el mar
y en mi pecho brotan girasoles,
mientras mis palabras hacen una fiesta
a orillas del viento, en un pedazo de cielo,
pintadas de color.
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Que magistral esto. A veces quisiéramos hacerlo, y no solo los sueños, sino también los pesares, el pasado que duele, y las nostalgias del “si pudiera”. Te felicito amigo. Muy buena exposición.
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Muy agradecido poeta por el comentario.
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Gracias de nuevo estimada María por tan generosas palabras. Saludos.
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Entre tus versos navega la idea de la disgregación personal, y el deseo de convertirse en naturaleza, en sueños, en una fiesta de palabras…
Un gusto leerte @carosif .
Saludos !
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Hermosos versos para un nostálgico poema. Un gusto leerte.
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Muchas gracias por tus palabras poeta. Saludos.
Muy agradecido por tus generosas palabras. Saludos poeta.