Nada más

El abuelo vive en el sexto piso de una torre departamental en Buenos Aires, su esposa lleva 15 años en coma. Desde el accidente, él solo voltea arriba y ve el ventilador dar vueltas, nada más. A la mañana siguiente se despierta y vuelve a ver el ventilador. No hace nada más. Esto lleva 15 años igual y ahora incluso los médicos han perdido la esperanza. Es un viejo ventilador soviético que nunca se ha apagado, pero ahí sigue, luchando día a día; como el abuelo. Mi madre piensa que es el ventilador el que lo mantiene vivo. Un día la luz se fue y el corazón del abuelo bajó su ritmo, afortunadamente la luz volvió al poco tiempo. Desde entonces todos cooperamos para comprar un generador.

El abuelo solo ve el ventilador, mis hijos su teléfono; como si nada más existiese.

Tal vez nada más lo hace…

Si te acercás al abuelo, lo único qué te dirá es “Hijo, ¿qué pensás que estoy pensando?” y nada más.

Me pregunto yo, ¿para qué existimos? Tal vez solo existimos y nada más.

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