Murciélago

Escucha el sonido de la vigilia.
Los susurros se entremezclan
con tus cuatro sentidos.
El tiempo pasa lento. Desapercibido
en un féretro color amarillo
se hallan ojos que nunca han visto

una victoria, una derrota.
Son solo peones, una bazofia.
Las tumbas les atraen, son moscas
carroñeras. La carne se esconde,
entre cortinas color carmesí la noche
se esconde. De los murmullos

nadie sabe. Lo que una vez estuvo vacío
ahora son voces de tumbas,
costales llevados a cuestas
llenos de huesos y cráneos humanos.

El sonido del silencio, su melodía.
Un antihéroe que renace entre cenizas,
sin capas ni espadas que atraviesen
una piel amoratada. Tiro en la cien,

pasan las horas. Los días, los años
le extrañan como madre a su hija.
Sin registro perpetuo de su travesura,
solo murmullos que nadie cobija.

Ha guardado tesoros en oro y plástico,
ha guardado oro en armas con neumático.
Su idilio es la noche, amante furtiva.
Su deseo es venganza, de quien nadie sabía.

Arrastrando ecos, una sombra deprimida.
Arrastrando sus ecos iba el suicida.
La danza de banqueros es artística,
no es fácil engañar al lobo que sabe de lobotomía.

El colmillo atraviesa un hombro virgen.
Una daga robada con punta de kriptonita.
No puedo tomarme nada en serio,
he aquí el final de esta poesía.


Extraído de Aguacero, inktober 2022.

6 Me gusta

Los colmillos se alimentan de la vida y quitan el color pálido, devolviéndolo al mundo amoratado. El murciélago se ha convertido en vampiro, que se alimenta de sangre. Buen poema. Saludos.

1 me gusta

gracias por sus palabras XD

fue un poema de práctica, gracias por la interpretación. me alegra que le guste ^^