Instalando alcohol en mi alma,
escribo lágrimas siderales
dentro de silencios artesanales,
clandestino;
antídoto para la cicatriz.
Mis ojos nadando en tristezas
humedecen mi almohada,
y las favelas de mis alegrías
son parodias de fuego y sed.
El fósforo descongelado
pinta flores en el telescopio,
y los faroles del sol
preguntan…
si el humo tiene ojos y olfato.
Mujer de miel,
de pechos tristes,
eres una historia antigua
escupiendo claveles,
dentro de un sueño
fumador de enigmas,
mujer de miel.