Mostrando su mejor filosofía
se remueve temprano mi cabeza,
que poniendo ya en danza su destreza
en apuros se mete, madre mía.
Y con toda la fuerza se confía
si el caso lo requiere con firmeza,
poniendo de remojo su franqueza
aunque sudor le cueste cada día.
Si en la brecha seguro seguiremos
llenando de esperanza a nuestras almas
que si muy satisfechas no reposan,
será porque capaces no seremos
de batir sin estruendo nuestras palmas
al ver que los problemas nos acosan.