Morir dos veces
en el amor profundo,
remedio para mis penas
que no dejan olvidarte.
Violeta azul que sabe a tristeza,
guardamos silencio
con el oficio que vale la pena seguir,
derribarte en el subsuelo y morir.
Vivir encorvado
por tanta poesía,
amor mío
nadie más sabe de ti.
La estrella tiene un interrogante
que desorienta a el nuevo comienzo,
dulce silencio que sobresalta
el tacto de una faena de amor.
Flechas heridas
que descubren el horizonte,
llegar enfrentado
con el coraje y sus concreciones.
Tu sabor es una herencia
de un rencor compartido,
senil es la violencia
de no ser casi lo mismo.
Enséñame tus manos
con esas ilusiones riesgosas,
mi retina siempre tendrá
un rincón apagado.
Con el invierno viviré
sabiendo que nunca mueres,
me aferro a el otro jardín
desequilibrando la oda que transcurre lentamente.
Morir dos veces
en cada párpado,
nutriendo quisieras
con la necesidad de poder quedarse.
Amor profundo,
la noche brilla en el holocausto
de un acto de amor.
Maquinista Mute.
Photographize.