Antes de que te cacen, reflexiona
por si fuera un tostón la compañía,
que cuanto pareciera simpatía
en infierno lo vuelve una leona.
Que si al principio te parece mona
y la razón de nadie ya se fía,
ten cuidado que quien peor se lía
su propia ruina busca, si la abona.
Que si abierta no está la cacería
hoy a cualquier don Juan si no razona
el último será quien menos ría,
tanto que si al final se envalentona
realidad hará su fantasía
muriendo igual de amor si no perdona.