Mis nietos se van adentrando en la vida;
van conquistando senderos de luz,
efemérides,
la sonrisa escondida de los juguetes,
la maquinaria del llanto y los afectos.
El más pequeño atesora todavía, en su sonrisa,
la savia nutricia de la placenta,
los amortiguados sonidos, el suave murmullo
de las voces, la luz difusa.
Su mundo es reducido,
hecho de caricias y sueños
que se funden, lentamente, y dejan paso a miradas
que reconoce y sabe suyas,
misteriosas y ardientes.
Y qué decir de la niña sonriente,astronauta que cruza el cosmos,con ese hondo deseo de conocer,
de indagar en la esencia de las cosas,
que dibuja corazones con forma de lágrima,
disciplinada y rebelde,
dulce y amorosa,
descifrando el enigma de la infancia,
la eterna patria del hombre.
Mi otra nieta,
dibujando el perfil de las gimnastas,recorre el camino que la conduce,con paso firme,
al júbilo, inconstante, de la adolescencia.
Sabe de la luz y del tiempo,
de la vida como un torbellino
que va devorando el sendero, la ciencia de la vida
que abre ante ella
y le ofrece el futuro, la eterna promesa,
el mundo que ella crea día a día.
Ellos me reconcilian, día a día, con la vida,
con la posibilidad y la certeza,
de que otra realidad es posible
y ruego a los dioses que así sea.
Es un placer ver ese orgullo que hace mella en ti, el amor por los nietos, es algo que conforma en gran medida al poeta. Sin duda este poema, está cargado de ternura y de verdad sentimental. Un placer leerte. Saludos.
Uff gracias por acercarnos poéticamente a esos "seres maravillosos " y su “mundo” que te inundan de alegría y de ilusión, que los disfrutes por muchos años, poeta!!!
Muchas gracias por tus amables palabras. Me alegro que te guste. Saludos.
Muchas gracias por tus palabras. Los nietos nos reconcilian con la vida ya que ellos son nuestra continuidad y nuestro legado. Un saludo.
Muchas gracias por tu comentario. Siempre tan sabio y acertado. Los nietos son la forma más pura de nosotros mismos, la más querida, puesto que nuestra misión es darles fe, amor y guía. Un fraternal abrazo.
Muchas gracias. Es lo mínimo que se merecen. Un saludo.
Qué quieres que te diga, que me ha encantado! 
Qué bien has ido definiendo a cada uno de ellos con esa lírica preciosa y certera que te caracteriza.
Comparto ese final tan verdadero, los nietos nos salvan con otro amor maravilloso y entregado a ellos, ayudándolos a emprender el camino lejos ya de las obligaciones de padres.
Yo tengo dos nietas pequeñas de dos y cuatro años y las adoro…las tengo muy cerca.
Un abrazo, José Antonio.
Muchas gracias por tu enriquecedor comentario. He intentado hacer una semblanza de cada uno de mis nietos, con sus rasgos y carácter más definido. Ellos son una de las razones para seguir en la lucha. Un saludo.
Muchas gracias por tu comentario. Me alegro que te guste. Un saludo.