Mientras algo se gana, no se pierde
nada, le dijo Sancho a don Quijote,
conminándole al tiempo que recuerde
que harto está de ser tonto del bote.
Si por darle a su hija buena dote
acaso no le basten las promesas,
y tanto que agachando su cogote
chungo parece estar de sus sorpresas.
Será que sin salir de una batalla
se ve metido en otra desventura,
que ni siendo sensato da la talla
por renegar quizás de su locura.
Tanto que sin fortuna ni provecho
tomar no toma su faena a pecho.