Quisiera acordarme de la almohada
oliendo a tus cabellos -cabezota-
y tu risa tronando en el silencio
bajo el sol de una tarde
que se agota.
Escucharte pidiera tantas veces
y soportar quisiera tus enfados,
que me trates de tonto, de payaso
de poeta perdido
y lagrimota.
Soñar contigo sueño, en pos de auroras
que aclaren con su luz tanta añoranza,
jugar con tu recuerdo como otrora,
jugaba con tus pasos
mi esperanza.
Aun preparo tu té, en tu misma taza,
acaricio el recuerdo de tus frases,
conservo tu perfume, maquillajes
y tus zapatos duermen
en mi casa…
Quisiera que sintieras que he resuelto
ser feliz a pesar de lo que faltas
y alguna vez haré lo que has pedido
cuando se pose en alguien
mi confianza.
Y lo haré en tu nombre…y en el mío,
me atreveré a entregar toda esta alma
donde la tuya fue a tejerse
un nido
y mi amor, mi amor inmenso…
la ha hecho suya,
y en su seno parece
estar dormido.
Mi engranaje de amar ha enmudecido,
las manecillas inmóviles
esperan…
hace tanto el tic-tac ya no resuena
que pueda ser que a jamás
esté perdido…
Te confieso que espero algún milagro
para cumplir quizás lo prometido,
un sortilegio, un alma,
un cometido…
Tal vez pueda esperar,
hasta arriesgarme…
¡Es tan terriblemente intenso
lo que has sido
y tanto recibí… tanto he perdido,
que tengo miedo
-tengo de veras mucho miedo-
de volver a querer
como he querido!