Eres divina ante mis ojos.
Inquietas mis instintos y endulzas mi ardor.
Tu fragancia juvenil colorea las glosas de mi pentagrama.
Estoy deseando que el tiempo me suba a sus agujas para embadurnarme
en la ducha de gozo con tu sensualidad, tu ingenuidad y tu misterio.
Mi pequeña mariposa
siento tu aliento
y el revoloteo de tus alas
aireando mi atrevimiento .
Con la esperanza
de que algún día
pueda saborear
la miel de tu
alma entera.
Inquieta
mariposa
coloreas
mis
anhelos.