Veo mí declive, arrastro las
ideas y las olvidos
tiro de mi cuerpo y al lado
la sombra que no medespego
grito tanto que se oye, rompiendo en el aire el silbido.
Boca casi siempre cerrada
donde las moscas arañan para abrirla
cae el fantasma de lo inerte resucitando la vida.
A pesar de todo me alejo,
deseando el no retorno,
y tú, mí libertad sin fronteras
cayéndose todos los muros
para que camines sin más.
Vacío mis bolsillos, quiero estar ligero y desnudo, sin unguentos, ni mierdas a mí alrededor, ni falsos amigos
que te venden en cualquier esquina y te curen algunas heridas con aguafuerte.
Doy lo que tengo, así y todo hay algunoas, que por orgullo lo rechazan, para hacerme daño, perro viejo y cachorro
buscando esa caricia, que encuentro en salas de subastas a buen precio.
A veces cojo mis alas, vuelo sin rumbo, aterrizando en una buena cama.