Mi locura inflexible
ha secuestrado mis sueños
en el bosque de mis recuerdos
y en las estrofas de mi vida.
Recuerdos tantas veces topados
en la melancolía de mis palabras,
allí, en el desierto desnudo de mi soledad.
En mi locura inflexible
no hay luz, ni oscuridad,
en el corazón,
solo el frio vacío
de ese viaje al infinito
de la nada,
apestado por mi presencia.
Mi locura inflexible
ha secuestrado mis sueños
llevándoselos a un mundo lejano
para ribetear el sino del futuro
con el fino hilo del pasado,
sintiendo, mientras lo hace,
las saetas de unos labios
de desventuras del pretérito
convertidas en dichas del futuro,
entretanto la sombra de mi alma
peregrina sola, y triste,
por la desdicha de mi locura.
Muy bello poema que revela una locura inquebrantable que ha tomado prisioneros los sueños en el bosque de los recuerdos, un paisaje melancólico recorrido a menudo en las estrofas de la vida.
La melancolía de las palabras resuena en un desierto desnudo de soledad, donde la locura impone un frío vacío en el corazón, tejiendo un viaje al infinito de la nada.