Quien se vive se pierde, Abel decía. ¡Oh distancia, distancia!, que la estrella que nadie toca, guía. ¿Quién navega sin ella?
Antonio Machado
Últimamente, cuando hablamos, mi corazón y yo,
intercambiamos versos de Machado,
especialmente de Abel Martín y Juan de Mairena,
que nos aportan su calma y su sabiduría.
Yo digo que el amor es un invento,
arguyo que él late, sin más, y yo poetizo.
Sostengo que no se puede amar si no nos aman;
él, que se puede amar sin ser amado.
Escoge un verso y me lo lanza
y asegura que, cuando vivimos, nos matamos.
Conciliador, discrepo, pero me da que anda perdido.
Ninguno quiere convencer al otro.
De cuando en cuando, intercambiamos los papeles
de rapaz y viejo, discípulo y maestro, yo y él.
Hermoso diálogo con el corazón y de fondo, Machado… él, con sus versos y tú, con tus profundas reflexiones.
Precioso aporte de nuevo para el reto!
Gracias por ello!
Un abrazo, José Manuel.
Ahh bellísima conversación y reflexiones entre el corazón y el yo, impulsado por los versos de Machado y prosiguiendo con tus versos, lo ideal ya se sabe, amar y ser amado en cuerpo y alma, poeta!!!
Tus versos tienen el latido de dos corazones que laten al unísono, uno literario donde habita lo imaginario y otro humano donde vence la razón. Pero es en esa dicotomía donde nace el arte, que cautiva al lector cuando queda prendado de una obra, que le atrapa y acaba por llevarle a otros mundos donde su mente vive aventuras que jamás hubiera imaginado.
La imaginación no conduce a la locura, la razon si, los poetas no se vuelven locos por esos coloquios con sus órganos, al contrario, son herramientas terapéuticas y de liberación. Aplaudo a su corazón y a usted amigo @josemanuelperez .