Si el mundo no estuviera desunido
por lazos de mezquina austeridad,
bien que podría haber autoridad
que evitase medrar al engreído.
Porque jamás resulta divertido
correr sobreviviendo en soledad,
a punto de morir por ansiedad
víctima de la abulia y del olvido.
La historia se compone de tragedias
que atadas por los pies del vil poder,
al pueblo sin defensas más oprimen.
Y así nos representan sus comedias
esforzándose en darnos a entender
que sean otros quienes nos reprimen.