Recuerdo
que
morí aquí.
Se
siente real,
tan sólo veo oscuridad.
Mi alma
flota en la laguna
oscura y fría,
la noche
se ha vuelto eterna.
Se ilumina el cementerio,
sigo los pasos de la luna
tan sangrienta y hermosa.
Cierro mis ojos en silencio,
el frío
cubre
mi ser,
los gritos desgarradores
de las almas
caídas en pena
sufren.
La neblina cubre
esas lápidas
en donde
espíritus
demoníacos se acercan
y aún
mi alma
yace en el lago frío
donde la luz se desvanece,
estoy tan solo…
un relato etéreo que te envuelve en su oscuridad, en su terror
haces que el lector se zambulla en la experiencia vivida por ese ser imaginario que describes en tu fantástico poema !!
Un Mepi que se despoja de las sombras y de la solitud que coadyuva en el alma con las demandas de aquellos demonios escondidos en la neblina. !Bravo poeta ¡