Cuando caigan los luceros
en esas noches tan frías,
pasaré por los caminos
buscando tu beso tibio.
Cuando caigan los luceros
en septiembre vida mía,
te buscaré en los abetos
y en los jardines cercanos.
Mariposas de la noche
con el viento de los valles
acompañarán mis pasos
por donde no mora nadie.
¡Cuando caigan los luceros,
sabrás que te quise siempre!
Hermosísimo este magistral poema. Los versos que funcionan como carruaje, y nos ubican allí, en lo que se va describiendo, son inmensamente especiales. Y eso lograste acá. Felicidades.