Saberte asi,
es volverme también un detractor -
la sonrisa del silencio y una estrella muerta,
Una historia demente y la juventud más brusca,
Espacio y lisonja,
en el vaivén de otra noche delirando,
en la pradera rencorosa
de un ayer celeste y guinda,
alecionarnos de imprudencia,
cerrar los ojos y pinchar la piel.
Duele tanta paranoia
El atardecer recorriendo cabizbajo
las letras de tus dedos
¿Quien pudiera desterrarte?
enterrar la hipnosis de tu roce,
pero ya no estas tú -
ni los gatos, ni los besos,
ni la desilusión en la autopsia
de este corazón que se viste de negro
como el porvenir,
como mi cuarto
como mis años a cuestas.
Es muy pronto
para un leve toque de tu olor -;
para sondear inoperante
las lagrimas de un recuerdo,
el embrión de una nube pasajera,
Quizá esto me enferma,
Quizá todo me enferma,
Pasiones por torear,
Pantanos en la mente,
que viva suelta
la mascota de tu risa,
meditar moribundo,
Soliloquios profundos
eso que somos
y eso que fuimos,
la herida en las costillas,
la arruga de las sombras,
Porque melindrosamente
Desconocia la fuerza
De pensarte siempre
y en cada segundo
