EN EL PRINCIPIO (Blas de Otero)
Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.
A pesar de que mi corazón ha perdido su gravedad,
agarra el tiempo con la palabra.
Parece que ha perdido la vida y el tiempo,
mientras mis latidos dialogan con tu sombra.
Tras la mascarilla, tomas el error por verdad,
la mentira por certeza.
Miras al horizonte desolado, gente y paisaje confinados,
a la espera de algo que está a punto de suceder.
Palabras rebeldes aprisionadas tras la tela.
Unas se mueren, pierden el valor que la boca les ha dado:
campos de distracción que hacinan el pensamiento.
Otras se escapan, significan más de lo que queremos decir.
Palabras, entidades solubles que permanecen
frente a las estadísticas de fin de año: nosotros.
Si crees que he perdido la voz,
el límite de tu lenguaje es el de tu mundo.
¡Me queda la palabra
frente a la precariedad y la nada!