El atardecer usa su ingenio
pintando de rojo el horizonte
mientras yo dormiré mi sueño
bajo el camelio rojo
donde el reflejo del atardecer
en la mirada del horizonte
certificara mi partida.
Dormiré para siempre
al otro lado del confín rojo
convirtiéndome en memoria
para esos que me han pensado,
cuando el atardecer se esconda
tras la penumbra del anochecer
y volare en el aliento de un suspiro
dejando el lamento de mí camino.
Seré brisa y bruma,
seré corriente y aura
de esos que me pensaron.
Me iré sin despedirme de la luna,
me iré en el olvido de unos
y en la añoranza de otros
de un día que será olvido.
me iré en las ondas de un beso
que deja amor y recuerdo.
Pippo Bunorrotri 29/01/25