Lírico.
¡Un grillo cantando!
Lo escucho en ese rincón oscuro,
no estoy seguro donde,
y se vuelve un murmullo en mis oídos.
Llegando de la calle,
salí a respirar la humedad del aire,
lo aspiramos juntos, yo
y el amor de mis abrazos.
Quedan lazos que no se saltaron,
lo sentí mientras pisaba tus pasos
y tú saltabas los míos.
El canto cansado del grillo
se apago un rato,
ya no lo escucho,
-pero encendió mi lado oscuro-
Eres tú el murmullo,
ese beso que me diste en secreto
en la cuadra donde vivo,
en las noches solitarias.
¡La madrugada fue el único testigo!
Mi moral como sabrás son resquicios,
ya fue y le tuve mucha fe.
Terminé con mis creencias
cuando comencé contigo.
Contigo yo toqué la gloria,
¡Me espera un gran castigo!
De esas dimensiones fue mi gozo.
Probé, y probé, y no conocí el hostigo:
¡El sacrilegio de saquear una cuna!
Yo con mas edad,
pero tu boca: que gran ansiedad.
Tus labios: abundancia de carnosidad,
y esa inocencia que rebasa
y luego le da ventaja a la perversidad.
Soy humano,
y ganaron los gusanos
que se alimentan de la mortandad.
Solo un año y no pude esperar,
y conseguí empeorar,
y te perseguí tan presuroso,
¿Así o mas ansioso?
¿Como superar esos tiempos bellos?
¿Como adelantarlos hasta tu mayoría de edad?
¡Y otra vez el cántico del grillo!
Esta allí, cesa y luego fluye con mas fuerza,
lo busco en el ático,
en ese lugar de la casa
donde tantas ocasiones
queriendo compartir añoranzas en escritos,
un baúl lleno de suplicios.
Almas tan sensibles me escuchaban,
y en roces de manos,
dando ánimos apretando las rodillas,
terminando en un juego
no solo de cosquillas,
y perdiendo el verdadero sentido
de lo que es ser amigos,
y repitiendo por barias noches:
‘acuéstate conmigo’
Me retiro de ese canto,
imagino que estará toda la noche:
¡Se parece a tu voz!
Nos despedimos hace unos momentos
con el abrazo juvenil
que me quita años,
no es que este senil,
pero me gusta tu vitalidad,
es como darme un baño
en tiempos secos y veranos con daño.
Ya es reproche ese canto,
te escucharé otra vez mañana,
abrazo de mi encanto…
Jorge Martínez C.
Autor.
Imagen: Pinterest.