Me he quedado sentada en un Domingo cualquiera,
envuelta en la paz del silencio,
el dring del hielo
y el crujir de las páginas.
Creo que fuera el mundo sigue vivo.
Dentro no existo. Sólo leo. Y me olvido.
Y me basta.
Me he quedado sentada en un Domingo cualquiera,
envuelta en la paz del silencio,
el dring del hielo
y el crujir de las páginas.
Creo que fuera el mundo sigue vivo.
Dentro no existo. Sólo leo. Y me olvido.
Y me basta.
Y llena tanto este momento. Yo el día que no puedo leer por o que sea, tengo todo el día la sensación de que me falta algo…
Precioso Ze
Hermoso sentir que nos hace olvidar lo que nos rodea…con un libro abierto entre las manos.
Precioso e íntimo poema, Ze! Gracias por venir a nuestro reto.
Me pasa lo mismo, pero con el verbo beber. ¡jajajajá! Mentira, mentira.
Bastas para comprender la raiz, el origen de tu arte poético y su posesión de la estética. Me basta para comprender. Aplausos.
Muy bueno
El pálpito de la lectura acaparando todo tu ser con sus emociones al rojo vivo, poeta,!!!
Qué bonito en su sencillez compañera!!! Así son los mejores placeres de la vida…
Muchas gracias a vosotras, compañera! Por el reto y el diploma.
Abrazos!
Uff qué belleza!!
Existir para leer, para sumergirse en mundos fantásticos. Con eso nos basta. Bellísimo poema. Abrazos cariñosos.