Me apetecía besarte
y soltaste una sonrisa,
esa dulzura positiva
de tu belleza Miyajima.
Juegas con las manos
en el conocimiento de tu ser,
aquellas cosas que aprendiste
en el arte de la vida.
Me acaricias con tus latidos
a los pies del Monte Aso,
ese calor que nace en ti
y me entregas por nada.
Representas todo aquello
que me resulta ejemplar,
donde nada tiene cabida
fuera de tu realidad.
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Bella inspiración contiene tu poema. Un gusto pasar a leerte.
“Representas todo aquello
que me resulta ejemplar,
donde nada tiene cabida
fuera de tu realidad.”
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Bellos versos !!!
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