Es un mayo de mierda.
No me pregunten por qué.
La tarde es un pozo oscuro
que se ha tragado la luz
que apenas asoma en el día,
de este otoño de simplezas
que se viste de a pocos
con el manto gris del invierno,
cuando la nostalgia agota
y el frío sabe penetrar la ropa,
pero no abrigar las penas
que hoy me vienen todas,
como ese hálito de neblina
que humedece las ideas
y confunde a los sentidos.
No diré por qué, pero yo lo sé.
Hoy, primer domingo que es,
con un café a media tarde,
más amargo y más efímero,
tratando de ordenar la vida:
mía, nuestra, de los míos, solo
con la promesa del nuevo día.
que el ayer pase de largo
y el mañana venga pronto.
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El otoño agudiza la melancolía…y todo se vuelve oscuro…
En cambio aquí, mayo nos renace a la vida…
Un saludo, Carlos! Vendrán tiempos mejores…
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Un poema que es como una melancolía sin estridencias, bien contada. En tus letras, Mayo no es un mes: es destino, es laberinto interior.
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