Te supliqué, lloré mares,
me herí a mí misma y luego de llorar, entendí;
no he significado nada para ti.
Cómo puedo extrañar tanto a alguien que me hirió,
me rompió el alma.
Cómo puedo llorar tanto;
ya no me ama, nunca me amó.
No pasan los días sin llorarte unas lágrimas, tú por mí;
nunca has llorado.
No pasan las horas sin querer llamar a tu cuerpo,
sin sentir la libido imaginaria que provocan tus caricias en mí.
Y no pasan los años sin necesitarte,
sin amarte.
-Es que duele tanto-
Mis ojos se han machitado…
Un suspiro en mi piel yace
descalza a la orilla de las olas
una cama de lágrimas;
las rosas han muerto.
Te he odiado.
Te he maldecido con la ira en mi garganta.
Me hiciste sentir culpable,
me hiciste sentir mal y no sé porqué.
…No lo sé.
Siempre he estado para ti
cuándo lo has necesitado;
ahí estuve.
Una relación es de dos…
-Uno solo no puede sacar a flote a un barco-
Siempre he estado presente… siempre.
Hay veces que entregar todo es entregar nada. Y para ti fue así.
Tengo que dejarte ir;
ya me has olvidado.
Adiós.