¡Tiene mucha fuerza, mucho carácter, este poema!
Lo he leído dos veces, no quería perder detalle.
Acá, en Venezuela, mejor no entrar en detalles. Cambios de bandera, cambios de escudo, objetos de manipulación… ¡mejor dicho!
Pero es un poema de título mundial, global. Que nos agrupa a todos, que nos afecta a todos.
De pronto tuve la imagen de un sepelio militar, o policial, y el ataúd cubierto por la bandera …¿y ahora qué hará la familia sin su pariente? ¡Ahora tienen una bandera! ¡Una bandera por la vida de su hijo/hermano/padre/ahijado/amigo!!!
Se puede argumentar más alto pero no más claro, Alda. Existe una canción de Los Suaves llamada Ourense-Bosnia basada en un caso real que ilustra tus certeras palabras. Si puedes, no dejes de escucharla. Un abrazo bien grande y mucha fuerza, compañera.
Tristes banderas, siempre llevándonos a la desunión y al odio. Arriémoslas todas!
" Las banderas se entretejen
con la sangre de los pueblos,
cuando veas sus colores
no les creas, solo fingen;
bajo el ocre y bajo el verde,tras el blanco y el naranja
se retuerce la memoria
del pasado y de sus hijos."
Cita
Tristes banderas! Y como dijo Miguel Hernández:
“Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes”
Me encanta lo que escribes y cómo escribes!
Saludos admirados, @David
Mis más efusivos y sinceros aplausos a tu poema,David. Me he sentido tan identificado con lo que dices que parece que me has estado leyendo el pensamiento. Un pensamiento no de ahora,sino de muchos años atrás.
Todo símbolo enarbolado y acompañado de las palabras adecuadas no es más que una trampa para atraer a los ingenuos. Por ninguna bandera merece la pena jugarse la vida y menos cuando,como es el caso de este país,esa bandera fue enarbolada hasta la saciedad por los vencedores de una guerra absurda e injusta (como todas) pero que además provocaron ellos. A mí,sinceramente,me cuesta reconocer en ella a mi país,al país del que he formado parte desde que nací. Enorme tu poema.
