Malos momentos

A veces te sienta el destino
De un zapatazo en el pecho en la silla.
No hay provecho del lleno en la ficha.
Te alecciona de puro cretino.

La siluetas oscuras encierran
tus miedos, fracasos y esmeros.
Tus “me ocupo”, te quiero y no quiero
carcomidos por dientes de sierra.

Pero un ángel de verde resurge
de ese pecho pateado, aquietado.
Como erguido felino que ruge
defendiendo el terreno apartado.

La esperanza se hace piedra libre
El aire remueve las fibras
El karma su tabla equilibra
Y la calma se vuelve posible.

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Llenos de esperanza tus versos animan a superar los malos momentos. Buenos días Luz

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Muchas gracias por tu comentario, Luis. Sí, la idea era retratar brevemente la idea de que la vida compensa las arbitrariedades y como digo al final, la calma se vuelve posible. Siempre pasa y hay que recordarlo. Saludos!

Resignificando el desenfreno de la vida.
Ahonda en la importancia de conducir,
saber conducirse
y de no hacerlo también.
Me han encantado los “dientes de sierra”
y el “erguido felino que ruge”.

Un manjar este plato poético, Luz. :rose:

Muchas gracias por leer y por tus comentarios, Jessica! Saludos! :hugs: