Muchas gracias por tu comentario, Luis. Sí, la idea era retratar brevemente la idea de que la vida compensa las arbitrariedades y como digo al final, la calma se vuelve posible. Siempre pasa y hay que recordarlo. Saludos!
Resignificando el desenfreno de la vida.
Ahonda en la importancia de conducir,
saber conducirse
y de no hacerlo también.
Me han encantado los “dientes de sierra”
y el “erguido felino que ruge”.