Si me pones a elegir,
me quedo con ese abrazo.
Guía amable del rechazo,
que me obliga a decidir.
Quizás deba desistir,
pero costaría tanto
olvidarme de tu encanto;
que quizás he detener,
mis intentos de vencer,
sobre tu vil desencanto.
Niña atrevida de ensueño,
eres reina de suspiros.
Tus labios como vampiros,
y tu fuego tan pequeño.
¿Qué harás con este sureño?
El se niega a la razón,
escuchando tu canción.
No le pidas ignorar
sus ganas locas de amar.
Escucha a tu corazón.