Me encantó cómo tus bellos florales versos describen el lucernario!
Un crepúsculo retratado en las amarillas ambrosías.
Un amanecer como el rojo del tulipán.
Y la tímida noche como el añil de la malvasía.
Hermoso poema!
Abrazos cariñosos. querida Silvia!
Qué bello tu poema, querida Silvia. Lo leo y siento que llegan las hadas a hacer coro “donde los astros flamean sus estelas”, tal como tú lo expresas. Me sentí leyendo el poema en un cálido monasterio repleto de paz. Siempre un gusto estar en tus bellas letras. Un abrazo.
“Malvasía,
dulce néctar,
acopio frutal
de sonrisas;
añil suspiro
de noches tímidas,
donde los astros
flamean sus estelas;
fulgores
de eterna poesía.”
Qué bien me hacen tus palabras tan cálidas, Lucía!lo que puede representar una poesía en el mundo espectador,es como si recobrase verdadera vida…mil gracias,un abrazo estelar!!