Recogiendo los atotumados pétalos de la “balsamina”
cóncavos como bajeles argivos
en fucsias tenues y de malvas viejos
recordándome
la sugerente preñez de unos labios lascivos.
Parecen cascos abandonados
renuentes proas costillares
que ufanas
aún exhiben su menguante belleza de ruinas húmedas.
Son como naves teucras
de un rosa fosfórico
calavereando cual banderas
en la cresta de una loma
como un grupo
de grandes rocallas almácigas
brotando juntas
sólo para darse un calor muerto…
Son espantos inmóviles
en pose clivosa
sobre la suave pendiente
de una playa espectral
mordida apenas en los cimientos
por los bajos empozos
de la niebla.-
Chane García.
…