Yo me dejé la piel y los harapos
al borde del recodo del camino,
y me hice con mis sábanas los trapos
que limpian las carencias del destino.
Yo recorrí la playa de mis sueños
llenándome de arena los bolsillos,
buscando caracolas con empeño
mientras llegaba el agua a los tobillos.
El tiempo me enseñó que en el recuerdo
habitan los fantasmas del abismo,
la vida es la manzana que yo muerdo
para escapar de mí conmigo mismo.
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Fantasmagórico y bello, al mismo tiempo.



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Muchas gracias por tu lectura y comentario. Feliz día. Saludos.
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Muchas gracias Marttucca. Me alegra que te guste. Saludos.
Agradezco tus palabras Marta. Saludos.
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Sinmi
8
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Muchas gracias Sinmi por tu lectura y comentario. Feliz día. Saludos.
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Hermoso serventesio.
Saludos, Melchor.
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Me encanta este poema!!! Bella introspección.
“Yo recorrí la playa de mis sueños
llenándome de arena los bolsillos,
buscando caracolas con empeño
mientras llegaba el agua a los tobillos.”
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Como siempre muchas gracias por tu lectura y comentario, me alegra que te guste. Un abrazo.
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Muchas gracias Wallace. Saludos.
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Muchas gracias por tu lectura y comentario. Feliz día.
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Muchas gracias Lucía. Me alegra que te guste. Saludos.
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Muchas gracias Raúl. Saludos.
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