Si te pierdes en los verdes,
si te encuentras en los grises,
en los muslos de los días rojos,
de aquellos mazos de algodón verdoso.
Si callados visten luto,
si contigo ramas caídas;
en edad media de la enana amarilla;
desde aquí la perspectiva posa al revés;
van bajando las cifras de la valentía.
Por más que en el humo te embiste,
las distancias de tu copa resisten;
Por más que quiere desprenderse la ventana,
para poder asomar tus soledades;
acortar la lejanía,
y ser criatura que encuentre
tu olor de lluvia.
Ir tras de ti y en tardes situarte.
Si siendo tallo maduro,
olvidas las mil gotas del solsticio;
troncos quedarán en tus uñas,
rebeldes de siniestros y suplicios.
Troncos vencidos ajenos al vicio;
cortezas agrias clasifican segundos,
porque ya nos es inservible el bravío,
de las olas y el fuego.
Si te conviertes también en verde,
me mudaré al bosque,
acolchonaré las hojas,
no sea que en una de esas,
en ti me acueste.