Absorbo de mi lado lo que más puedan pensar
con el ansia de mirar aún algo más allá
de la batalla que es constante, que es mental
-desvariada estancia programada para tal caos-.
Al fondo de la angustia yo me paro
con el corazón acomplejado
y una mezcla de ilusiones que caminan con retardo
condenando a las sílabas a quedarse en los labios.
Casi a solas me sé alguien
y no asocio el malestar a la derrota,
asumida esta carcasa, cada error
que tan sólido se agolpa contra el margen…
Siempre sonriente pese a las duras circunstancias
así será mi héroe: entra acaso a toda máquina
la pregunta de si estamos para estos bailes.