Querida, querida, querida…
¿Qué podría decir…?
Lo dije, lo digo y seguiré diciendo.
He escrito tanto,
siguiendo tu rastro,
olvidando nuestro tiempo.
Al fin emerjo,
recobrando la sobriedad.
Perdóname si aprovecho
este instante de serenidad
para escaparme
por más de un momento…
-snieto